Esa bandera es la que hace tiempo recogimos algunos, nos la encontramos en el suelo pisoteada por todos aquellos que decían defenderla.
¡¡Cuál fue nuestra sorpresa que al levantarla la mayoría de la gente nos miró como unos locos!!
Cuándo decíamos, no hace mucho, que el capitalismo va y viene y donde hoy hay comida mañana hay miseria.
No se nos escuchó. Se nos obvio. No teníamos la razón.
El tiempo, ese sabio organizador de razones nos la dío. Portabamos la bandera certera y habíamos caído en la cuenta del verdadero enemigo.
Ahora hay gente que se está planteando opciones de vida muy duras, que estan viendo como todo en lo que creían se desploma.
Los grandes aún nos obvian, para los medios no existimos, para los partidos somos una simple molestia, pero para la gente somos un pequeñito halo de esperanza que va creciendo cuando depositan su confianza en nosotros... cuando nos acompañan en una reivindicación o cuando nos ayudan a organizar o difundir alguna actividad.
La utopía esta aquí, más cerca que nunca, pero ya no es un fantasma, sino que ellos prefieren no mirarlo.
¡¡Cuál fue nuestra sorpresa que al levantarla la mayoría de la gente nos miró como unos locos!!
Cuándo decíamos, no hace mucho, que el capitalismo va y viene y donde hoy hay comida mañana hay miseria.
No se nos escuchó. Se nos obvio. No teníamos la razón.
El tiempo, ese sabio organizador de razones nos la dío. Portabamos la bandera certera y habíamos caído en la cuenta del verdadero enemigo.
Ahora hay gente que se está planteando opciones de vida muy duras, que estan viendo como todo en lo que creían se desploma.
Los grandes aún nos obvian, para los medios no existimos, para los partidos somos una simple molestia, pero para la gente somos un pequeñito halo de esperanza que va creciendo cuando depositan su confianza en nosotros... cuando nos acompañan en una reivindicación o cuando nos ayudan a organizar o difundir alguna actividad.
La utopía esta aquí, más cerca que nunca, pero ya no es un fantasma, sino que ellos prefieren no mirarlo.